RESTAURACIÓN ESCULTURA "DAMA FRANCESA"

1. ANÁLISIS HISTORICO DE LA OBRA
La moda, reflejo del tiempo y la sociedad…"
La escultura refleja una Dama inglesa de gran poder adquisitivo demostrado por la indumentaria que lleva, ya que a finales del siglo XIX ésta fue un muy importante para los ingleses de las clases altas.
Siempre se ha considerado que la moda es un placer frívolo y egoísta que reafirma la vanidad del ser humano y divide las clases sociales de acuerdo a la vestimenta. Pero la moda es mucho más que eso. Al igual que miles de otras costumbres, la moda habla de la sociedad y su idiosincrasia, muestra qué elementos son de importancia en una cultura y de qué manera su gente vive y se desenvuelve en un contexto histórico determinado, a su vez que éste influye en el qué y cómo sea esta vestimenta.
Es cierto que sólo algunos tienen acceso a ella, pero la política, la economía, la religión e incluso las artes han pecado de elitistas a lo largo de nuestra historia, por lo tanto, no es extraño que el gusto por las telas y texturas haya sido y sea hasta la actualidad, privilegio de pocos, a pesar de que existen alternativas para cualquier presupuesto.
Antiguamente, los patrones que regían la moda eran completamente estéticos, despreocupando factores considerados secundarios como la comodidad e incluso el bienestar físico. Hasta comienzos del siglo XX la moda femenina se caracterizó por un perpetuo martirio que avalaba el dicho "Para ser bella hay que ver estrellas". La incomodidad y poca libertad de prendas como el "corsé", eran fiel reflejo de las costumbres que reprimían la expresión femenina a las labores domésticas y reproductivas, además, producía serios trastornos en el organismo ya que apretaba todos los órganos interiores. Siendo así la tradición, no era extraño que hasta los primeros años del siglo XX, la forma de vestir de la mujer se halla asimilado más a un objeto decorativo que a una persona.
Durante la denominada "Belle Époque" (1890- 1910)), época de riqueza, ostentación y extravagancia, los vestidos almidonados y con enagua de crinolina (falda circular con seis aros de acero flexible que abultaban el vestido), marcaban la pauta. El dificultoso y pesado armatoste, obligó a los modistos a crear algo más confortable pero siempre dentro de mismo ideal de mujer pomposa, como muñeca de porcelana. Fue así como a comienzos del 1900 se erigió el ideal de la "Chica Gibson", personaje de caricatura que representaba el ideal femenino de entonces y que se transformó en todo un patrón de vida. Su creador era por supuesto un hombre, el que atribuía a esta belleza los valores y costumbres que los caballeros consideraban adecuadas para una dama. Éstas debían ser de pecho erguido, caderas anchas y nalgas sobresalientes, además de sumisas y obedientes. Poco después nació la mujer con forma de "S", las que ajustaron la falda para resaltar la figura, los peinados se subieron sobre la cabeza y los sombreros se adornaban con plumas.
En este período comienza a nacer un nuevo ideal de mujer, el que por primera vez fue creado por ellas mismas y no por hombres. La nueva imagen era la de una mujer trabajadora y eficiente, que luchaba por obtener el derecho a voto y que se inmiscuía en los asuntos que hasta entonces eran privilegio del poder masculino. Para representar esta nueva tendencia, los vestidos se alejaron paulatinamente del decorado simplificando su confección. El traje de dos piezas, denominado "traje sastre", era lo más adecuado para los nuevos tiempos.
En 1910 se produjo un cambio rotundo en la moda, influenciado por el "Ballet Ruso" que recorría los escenarios europeos. Los colores llamativos y la onda oriental, reemplazó la hegemonía en tonos pastel y las faldas largas. Bailarinas como la sensual Isadora Duncan y la enigmática Mata Hari, se transformaron en íconos de belleza seguidos mundialmente. Gracias a esta nueva moda las mujeres se atrevieron a desafiar los sólidos principios morales que las ataban y comenzaron a mostrar el cuerpo, lo que por supuesto no fue posible sin escándalo eclesiástico y machista de por medio.
Los cuellos "hasta las orejas" dieron paso al escote en "V" y las faldas se acortaron levemente, dejando al descubierto los tobillos, cosa que también causó estupor en la época porque durante siglos las piernas femeninas habían sido el símbolo erótico que "provocaba la lujuria en los hombres" y que por lo tanto, debían ser escondidas.
Posteriormente irá la moda pasando por diferentes etapas pero siempre ligada a los cambio políticos que influyen en la sociedad , es decir van casi ligados, y sobre todo como es obvio, en las clases altas.
2. El proceso de restauración;
- Análisis y estudio de la obra.
- Limpieza superficial de la escultura.
- Limpieza específica de las partes más sensibles a la limpieza.
- Sujeción de la obra a la peana
- Reintegración cromática.
- Protección final.
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